Imaginando...

El papel va muriendo, las nuevas tecnologías se abren paso entre los medios de comunicación y la televisión, la radio e Internet eclipsan poco a poco a los periódicos en papel. Hoy en día, el periódico no es necesario para mantenerse informado ya que allá donde vayamos siempre habrá algún medio que nos informe de los nuevos acontecimientos.
Las ventas de peridódicos disminuyen cada vez más ya que la era digital se impone sobre todas las cosas. Todos los periódicos cuentan ya con edición digital que permite el acceso gratuito a la información con un simple click, de manera más cómoda y más económica. La extensión ya no resulta un problema, y tampoco el tiempo de espera para tener la información. Internet ofrece inmediatez, espacio y multimedialidad. Esto influye, probablemente, en la desaparición del papel.
Dentro de cincuenta años, los periódicos gratuítos serán, probablemente, pantallas desechables que se repartirán en las bocas de metro o en las paradas de autobuses. Así ahorraremos en papel, nos incorporaremos a una era de información completamente digital donde todo lo imaginable podrá ser realidad.
No es tan descabellado, en un pueblo de Suecia, los habitantes han comenzado a leer las noticias en unas tablillas de plástico que, a modo de libro electrónico, les actualiza la información del diario Sundsvall Tidning.
Por tanto, ya ven, podemos hacer volar la imaginación... todo vale para el futuro y, hoy por hoy, la comunicación es futuro y el futuro, tan sólo, es imaginación.

MUNDO PARA TODOS

Parece mentira cómo cada día vivimos ajenos a las comodidades con las que contamos, las tecnologías con las que disponemos y las facilidades que éstas nos aportan. Otros, mientras tanto, en este mismo mundo, pero no a tantos kilómetros como pensamos, apenas pueden imaginar qué es tener conexión wi-fi, llevar una PDA o, símplemente, contestar a una llamada del móvil. Es lo que llamamos "la brecha digital" una gran diferencia entre las comodidades tecnológicas de un mundo y otro -el primero y el tercero-.

Sin embargo, al hablar del tercer mundo, todos nos imaginamos a aquellos niños que vemos por la tele, con la barriguita hinchada y los huesos marcados. Pero aquí, en nuestro primer mundo, donde Internet forma parte de nuestras vidas, hay personas que, lejos de navegar por la red, sólo pueden navegar por su propia imaginación y pensar en cómo sería el cambiar la "chabola" por una casa inteligente, con cámaras de seguridad y todo tipo de tecnologías; cambiar el carro de la compra que empujan por un cómodo "coche ecológico"; cambiar el "rebuscar por la basura" por navegar por Internet cambiar los hostiles enemigos por simples ciberamigos...
Así pues, dentro de este mundo de hipocresía, en este primer mundo, también hay una particular brecha digital, lejos de las tribus de los países del tercer mundo, o mejor dicho... una brecha social.

Puede que la solución no esté en el reparto de ordenadores para los niños del tercer mundo, sino en que todos nos concienciemos y pongamos nuestro granito de arena.

Más de lo mismo

Quince años hemos tenido que esperar para que los principales líderes políticos de nuestro país se vean las caras y debatan ante todo el electorado. Los espectadores pudimos ver, en el partido de ida, un debate insulso, un cara a cara falto de propuestas electorales que, lejos de convencer al público más indeciso, consiguió liarlo más -si cabía-. Los reproches fueron los protagonistas de la noche; las sonrisas sarcásticas y la palabra “mentira” fueron los actores secundarios y las propuestas e ideas quedaron en el olvido.

Puede que los consejeros y organizadores del debate enfocaran este primer “duelo” como un resumen o conclusión de las anteriores legislaturas porque, tras la “decepción” del público, en el partido de vuelta, el segundo debate entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, aun haciendo bastante uso de la palabra “mentira” y continuando con los clásicos reproches, pudimos advertir alguna propuesta, algún proyecto y alguna idea para conseguir “una España más digna”.

Los españoles lo tienen claro: importa el paro, importa la economía, importa la inmigración e importa el terrorismo. Los políticos se hacen eco de ello y ambos líderes luchan entre la rebaja de impuestos, la creación de puestos de trabajo, la legalización de los inmigrantes y la negociación con los terroristas. Todo vale, ¿quién da más?

Tras los debates, los distintos sondeos daban por ganador a uno o a otro, ambos se vieron vencedores, los simpatizantes de cada uno de los partidos veneraron a su ídolo tras la ardua lidia y los indecisos, después de escuchar hablar al socialista y al popular, se dan cuenta de que “se han quedado igual que estaban”. Entre el público domina la palabra “decepción” y argumentos como “el que gane, que lo haga bien”. Se percibe un desencanto creciente de la sociedad respecto a la política, la falta de acuerdos, las continuas disputas, los reproches, los insultos y la demagogia han llevado a aburrir al público. A tan sólo unos días de la decisión final, la estancia en la Moncloa dependerá de aquel que consiga convencer mediante sus últimas palabras a los desencantados.

Buscando "algo que decir"

¿Cómo es posible recorrer España en quince días en busca de preguntas, de respuestas, de propuestas, de quejas y de comentarios? Para conseguirlo hay que ser periodista, todoterreno y sentir pasión por su profesión. Estas son las condiciones que reunen tanto Rosa Jiménez como Beatriz Sánchez, dos chicas de elpais.com que están dando voz y poniendo cara a todas las personas que tienen algo que decir respecto a las elecciones. En su trayecto, en un huequecito entre Valencia y Murcia, pararon en Elche, gracias a Sergio, y nos explicaron -a los alumnos de Periodismo del CEU- la receta para hacer que, con fuerza de voluntad, todo sea posible.
Nos dieron un ejemplo de tesón, de profesionalidad, de amor al periodismo... y nos mostraron las maravillas del mundo digital.

La revolución INTERNET

Actualmente, Internet, ya no sólo está en las casas y en las empresas; las nuevas tecnologías permiten que, hoy en día, podamos conectarnos a la red desde cualquier lugar del mundo. La conexión inalámbrica hace posible que los usuarios puedan navegar por Internet desde cualquier lugar.
Hoy por hoy, instituciones públicas y privadas, centros educativos, lugares de ocio, aviones e incluso jardines o parques públicos cuentan con conexión wi-fi posibilitando así la conexión a Internet fuera de casa mediante cualquier dispositivo. En Escocia han optado por incorporar wi-fi en las farolas, más de 4.000 unidades hacen posible una red inalámbrica autosuficiente en una localidad universitaria. Escocia ha sido el pais pionero en esta materia, pero la investigación por la sostenibilidad ha permitido que la empresa Panasonic Canada se involucre en estos sistemas que, además, funcionan con energía solar y eólica.
Así pues, lejos de estar sólo en los ordenadores, actualmente podemos navegar por la red desde teléfonos móviles, PDA's, videoconsolas, televisores, frigoríficos, etc. ya que cualquier aparato electrónico es hoy susceptible de conectarse a Internet.
Además, Internet se convierte en un instrumento de control y seguridad ya que, los sistemas de seguridad, incorporan ya servidores web para poder visualizar online todo lo que las cámaras graban en domicilios privados, guarderías, aparcamientos y demás lugares con sistemas de control.
Por tanto, Internet, se convierte en "el ojo que todo lo ve". Tanto es así que este servicio se une a los medios de comunicación de manera que se puede retransmitir en directo a través de determinados sitios web todo lo que acontece en el mundo. Basta con conectarse y comenzar a grabar para que miles de personas puedan ver en directo todo lo que otros graban.
Las modas de youtube y páginas similares han hecho que el derecho a la intimidad y la propia imagen carezca de importancia puesto que cualquier persona, dado el boom internauta en el que vivimos, puede verse en la red, sin comerlo ni beberlo.